Algunas prácticas que me ayudan a reconectar con mi energía y motivarme.
Te cuento que hace un par de semanas empecé a hacer ciertos cambios en mi día a día, porque sentía que estaba en un estado de «numbing» o adormecimiento, como una respuesta a mi ansiedad.
Tuve varias semanas en las que todo se me juntó y las complicaciones de la vida adulta parecía que me superaban.
Por eso al final del día, cuando llegaba a casa, me pasaba horas en el cel o navegando Netflix y Hulu sin decidirme por nada. Y cuando finalmente me decidía por una serie o película, ni le prestaba atención por estar en el cel o distraída en otra cosa.
Casi no leía y honestamente dejé de hacer muchas de las cosas que me gustaban, porque todo el día, a toda hora estaba pensando en cosas que en ese momento no podía solucionar, que no estaban en mi control o que simplemente eran cosas que quizás no iban a pasar nunca, pero en las que yo me imaginaba el peor escenario.
Yo sé que hay problemas que a veces nos superan. Pero entrar en estado permanente de adormecimiento o quedarnos paralizados, evitando la ansiedad con un fix de dopamina vacío, como scrollear en el celular sin sentido, brincar de un canal o de una serie a otra sin estar presentes, comer comida chatarra de forma compulsiva o buscar cualquier otro placer inmediato que luego nos deja sintiéndonos más vacíos, no es la solución.
Y aunque los problemas van a seguir ahí y muchas veces no tenemos control sobre ellos, de lo que sí podemos tener al menos algo de control es cómo manejamos nuestra ansiedad o nuestro estrés.
Lo primero que voy a decir y a resaltar siempre es la importancia de la terapia.
Creo que después de la pandemia y de todos los eventos históricos horribles que hemos pasado y que seguimos viviendo, todos nos beneficiaríamos de hacernos un chequeo general de nuestra salud mental con un profesional.
Pero hoy también te quiero compartir algunas prácticas que me ayudan a reconectar con mi energía y motivarme.
Tomar una decisión consciente para limitar el scrolling compulsivo del celular.
Yo uso mucho mi celular por trabajo, pero una vez llego a mi casa he empezado a ponerle límites al tiempo que paso en él. Trato de dejarlo en otro cuarto mientras estoy leyendo o ponerlo lejos de mi mientras veo una película o realizo alguna otra actividad.
También hay varios apps que limitan un poco el tiempo que pasamos sin necesidad en el teléfono. Te paso algunas
- Offtime (iOS, Android)
- Moment (iOS)
- BreakFree (iOS, Android)
- Flipd (iOS, Android)
- AppDetox (Android)
- Stay on Task (Android)
Hacer algún tipo de ejercicios.
Creo que el tema de nuestra relación con los ejercicios da para un post completo y yo no soy para nada experta, porque por muchos años me repetí la creencia limitante de que odiaba los ejercicios y que me aburrían.
Pero una vez que los empecé a ver como mucho más que algo para ponerte rica y buenona, las cosas han cambiado poco a poco. (OJO esa razón es muy buena y es una de mis mayores motivaciones 😛 )
Pero ahora los veo también como una herramienta imprescindible para mi salud física y mental. Son parte permanente de mi vida.
Me ayuda a bajar el estrés y la ansiedad, duermo mejor, me ayuda a poner mis pensamientos en orden, mi salud física mejora, me siento más centrada y en paz conmigo, en fin todos ya hemos leído la lista eterna de beneficios que tiene el ejercicio.
Y sé que acostumbrarse a hacer ejercicios con constancia no es para nada fácil, porque a uno le da pereza, no saca el tiempo, duele, te hace cuestionar tus decisiones de vida con cada repetición y cada calambre en el músculo y te hace a veces gritar e insultar (Yo hago BBL Express online y me la paso insultando a una pantalla)
Lo cierto es que esos 15, 20 minutos, esa hora que nos «incomodamos» unas veces a la semana es un mínimo pago que nos da beneficios incalculables por las otras 23 horas del día. No hay mejor deal que ese.
Hacer afirmaciones y tener mantras de emergencia
cuando te sientas bloqueada y desamparada. En estos momentos mi afirmación es Remember who the fuck you are. (Recuerda quién carajos eres.)
Por un lado para recordarme de lo que soy capaz y por otro para recordarme las cosas que realmente me traen felicidad.
Y es que pasar horas en el cel me distrae sí, pero no me trae genuina felicidad y satisfacción. No me deja realmente complacida. Es como comerse una hamburguesa de un lugar de comida rápida vs. un plato de tu restaurante favorito o la comida que te hace tu mamá. No tiene punto de comparación
Regresar a esas cosas que me hacen feliz.
En mi caso volver a ir al cine como iba antes, leer más, diseñar por placer, ver una película en casa full conectada, escribir, pasar tiempo con las personas que quiero y que aportan momentos de calidad…En fin pueden sonar como cosas sencillas, pero la clave está en estar presente y conectar con la actividad que estés realizando.
Meditar Meditar y meditar
Estoy en el proceso de crear el hábito de la meditación y realmente hago meditaciones muy cortas de 3 a 5 minutos, pero trato de hacerlas con constancia.
Hacer journaling
Poner las cosas por escrito me ayuda a tratar de entender cómo me siento y porqué me siento así. También me ayuda a soltar lo que no me pertenece y a manifestar las cosas que quiero y los planes que tengo para mi.
Todos somos diferentes, con distintos problemas y aunque no existe una solución mágica y estándar para todo, estas son algunas de las cosas que me están funcionando a mi y me han ayudado a salir de ese adormecimiento en el que me encontraba. Si alguna resuena o conecta contigo te invito a que la pruebes con constancia y con convicción.